LOS FOGONES DEL
BALNEARIO
En
nuestros días la alimentación se caracteriza por cierto número de
acontecimientos importantes, los cuales, en diverso grado tendrán
una incidencia importante sobre la evolución del modo alimentario.
Ante todo, tenemos la revolución industrial que trae como
consecuencia el éxodo rural y la formidable expansión de la
urbanización. Pero está también el triunfo de la economía de
mercado sobre la economía de subsistencia así como el descomunal
desarrollo de los transportes y del comercio internacional.
La
industrialización en la alimentación se vuelve considerable y la
elaboración de los productos comestibles tradicionales (harinas,
aceites, mermeladas, quesos…), antes artesanal, se realiza ahora
en fábricas importantes, incluso gigantescas. Asimismo, el
descubrimiento de procedimientos de conservación como la
esterilización al caloren una burbuja (apertización) y
posteriormente el ultracongelado permiten acondicionar un gran número
de alimentos frescos en forma de conservas o de ultracongelados
(frutas, legumbres, carnes, pescado…)
La
evolución de las costumbres y de la sociedad que se caracteriza
ahora por la degradación de la función del ama de casa y la
emancipación femenina, favorece el desarrollo de la industria del
“prêt-à-porter alimenticio” (platos preparados, restauración
colectiva…).
El
desarrollo de los transportes y del comercio mundial permite no
solamente generalizar el consumo de productos exóticos (naranja,
toronja, bananos, maní, cacao, café, etc.) sino también conseguir
en todas las estaciones los productos que sólo se conseguían antes
en ciertas temporadas: fresas y frambuesas en Navidad, manzanas y
uvas en primavera, por ejemplo.
Pero
el fenómeno más característico de este período se manifiesta
sobre todo en estos cincuenta últimos años de manera exponencial.
Se trata de la mundialización de un modo alimenticio desestructurado
de tipo norteamericano en el cual el fast food (restauración rápida)
es una de las mayores realizaciones. Pero la mayoría de los países
conservan todavía cierto apego cultural a sus hábitos alimenticios
tradicionales.
En
Frailes ninguno de estos acontecimientos le era extraño, pero como
en tantos otros lugares encontramos tres tipos de fogones, a saber:
los del Balneario, los de los pudientes y los de los pobres que
aunque eran similares presentas diferencias al menos en número de
calorías siendo las cocinas de los ricos más pródigas en ellas que
las de la mayoría de los fraileros que recolectaban del campo todo
lo que este les ofrecía que calentado convenientemente se hacía
algo mas llevadera su ingesta. Era frecuente en las mesas de la
villa las gallinas, pollos, palominos, cabritos, corderos, y cerdos,
huevos y quesos, amén de los vinos.
Iniciamos
este sucinto recetario de platos sencillos en donde la harina cobra
especial protagonismo con HABAS EN MIGUILLA. Son preferibles
para este guiso las habas frescas, pero también se cocina con habas
secas que horas antes han sido puestas en remojo. En una sartén se
pone aceite en poca cantidad en el que se fríe unas rodajas de ajo y
un picatoste, se pasa al mortero en donde se majará con el resto de
ajo crudo, y orégano, éste último en poca cantidad y pimentón; se
reserva en el mortero.
Con
el resto de aceite y en la sartén en donde hemos frito el pan
ponemos las habas sin cáscara a freír, añadiéndole al principio
un vasito de agua para deshacer la sal y que cuezan a fin de que
estén más blandas, ello a fuego lento. Cuando las habas están
tiernas se les añade el majado del mortero deshecho con agua; se
deja hervir hasta que alcanza el espesor deseado.
También
los huevos fueron plato muy cocinado en Frailes los traemos aquí
guisados de forma sencilla. Para los HUEVOS GUISADOS
necesitamos, como no huevos, aceite, ajo, harina, pimentón y sal. En
un poquito de aceite se sofríen los ajos a rodajas, según si gusta
mucho el sabor o no se ponen uno o dos ajos, cuando están dorados se
añade la harina para que se tueste un poco, y cuando esta tostada se
pone un vaso generoso de agua y se añade el pimentón que le dará
el color y el sabor característico, lo sazonamos y no dejamos de
remover para evitar los grumos o gurullos. Se deja hervir hasta que
alcanza el espesor deseado y se añaden los huevos para que se cuajen
y alcancen el punto deseado. Se sirven en un plato y se trinchan para
que se ligue todo.
En
matemáticas el alumnado puede trabajar estas recetas desde el punto de
vista histórico. Así, buscando en diversas fuentes encontrarán que
en el aspecto místico de la doctrina Pitagórica se establecía las
siguientes normas:
La transmigración de las
almas:
Creían
en la vieja idea del poder del alma y de que su vigor perdura
tras la muerte. El alma es lo más alto, prisionero en el cuerpo. El
alma va tomando los más distintos cuerpos de todas las cosas que hay
en el cosmos. El alma es eterna por ser semejante a los astros, y
tiene en ellos su verdadera morada.
Parentesco
de todos los seres vivos:
El
alma va tomando los más distintos cuerpos de todas las cosas que
hay en el cosmos. Pero el alma tiene en su mano el decidir la clase
de cuerpo en el que va a introducirse, y que puede ser el cuerpo de
una bestia o de un dios. Por lo tanto las almas podían reencarnarse
en forma de seres vivos distintos del hombre, lo que, a su vez,
sugiere el parentesco de todos los seres vivos.
Reglas de abstinencia y
otras prohibiciones:
La
metamorfosis del alma se realiza por necesidad, pero es también un
camino de la libre decisión del hombre. Si es que Pitágoras
prohibió en verdad comer carne, tal prohibición se debería
probablemente a la doctrina de la metempsícosis, o estaría, por lo
menos, en conexión con ella. El vegetarianismo en la Antigüedad
tiene su origen en el pitagorismo. También prohíbe degustar el
vino, las habas, el laurel...
Su
idea de dios:
Enseña
la existencia de un único Dios que mantiene el mundo unido en la
justicia.
Tras
la muerte de Pitágoras parece que su escuela se dividió en dos
sectas, una, la de los llamados “acusmáticos” o “pitagóricos”,
mantuvo el aspecto místico de sus doctrinas, mientras que la otra,
la de los “matemáticos” se ciñó al campo científico.
Es
importante hacer ver al alumnado que la matemática tiene su
componente histórica. Un descubrimiento no se lleva a cabo de un día
para otro, sino que es la unión del trabajo de muchos lo que hace
que se llegue a establecer las normas que rigen hoy día la
matemática.